Thursday, April 27, 2006


La libertad
por Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande.

Somos sangre en movimiento. Así como el viento es paisaje que anda. En cambio el vegetal se aferra con sus raíces a un trozo de paisaje, y termina por ser parte de él o por darle su nombre al paraje.
Solamente los seres en movimiento son dueños del paisaje en plenitud, como lo son el río, la nube y el viento. Estos no se aferran a lo parcial, a lo que detiene. Entran en diálogo con todas las realidades, pero no se detienen a tomar posesión de ellas. De todas las cosas se llevan un recuerdo, un sonido, una vibración; quizá un poco de luz o de arcilla.
Los seres en movimiento son seres libres y liberadores. Y tratan a todos por igual. Puede ser, sí, que en su movimiento sean desgarrados por las realidades que pretenden detenerlos. Pero esta experiencia no los enemista con las cosas. Porque saben que hasta las cosas quietas, un día se pondrán en movimiento. Porque todo lo que existe está en viaje hacia una meta.
Si lo quieto es posesión, el movimiento es esperanza. Y esperanza de posesión plena donde no existirá ni lo mío ni lo tuyo. Porque allí no habrá dueños. Allí nadie impondrá su nombre a los demás ni al paisaje, porque cada uno tendrá su propio nombre y todos seremos para todos, justamente por ser auténticamente nosotros mismos.
Todo lo que es bello, lo que es noble, lo que es bueno, está en movimiento rumbo a Dios. Porque yo camino hacia allá puedo dejar en libertad a todas estas cosas, sabiendo que con todas ellas me ha de reencontrar a mi llegada. Si me detengo en el camino para poseerlas, quizá ellas me impidan llegar y yo les obstaculice su marcha. Me harán perder mi libertad, por haberlas dominado.
Muchas veces es Dios mismo quien nos lleva a amar profundamente a una persona o a un paisaje, y luego lo separa de nosotros devolviéndolo a su propio misterio. Esa separación puede detenernos en nuestro camino si nos quedamos a llorar su ausencia al borde de nuestra huella. Pero también puede incitarnos a una dolida fidelidad a nuestro propio misterio, que es lo único que nos permitirá un reencuentro más allá de nuestras posesiones.
Cuando somos capaces de renunciar a algo o a alguien, es porque hemos superado la necesidad y llegamos a la frontera del verdadero amor. Amor que nos libera. Entonces podemos empezar a entender lo que es la verdadera libertad, la que nos da el Espíritu.
Jesús nos asegura que convenía que El se fuera. Sólo así vendría a nosotros el Espíritu de libertad que nos hace amigos de Dios. Ya no nos llamarán más siervos, sino amigos. Nos ha liberado.
Atahualpa termina así su hermosa canción Cañada Zamora:
"Hoy tu recuerdo es mi amigoy en esta zamba se agranda;tú fuiste quien me enseñasteque el hombre es paisaje que anda.
Yo sé que un mismo destinolleva el fin de nuestro viaje;que cuando el hombre sea libreno tendrá dueño el paisaje".

UNA HISTORIA QUE HE TOMADO DE UNA DE LAS OBRAS DE ESTE MONJE ARGENTINO Y QUE ES MUY INTERESANTE DE COMPARTIR. ESTARE MOSTRANDO FRECUENTEMENTE MATERIAL DE ESTE AUTOR.

(En la Fotografía. Claudio Riquelme. Actor)

OSANGACAR - CHILE


CATARSIS

Cuando pense en ponerle un nombre a este espacio, lo primero que vino a mi pensamiento apresurado, fue el proceso de CATARSIS que en la vida estamos viviendo en nuestro diario vivir.
Muchas veces estamos profundamente inmersos en una voragine de procesos de EXPLOSIÓN CATARTICA. Es genial escribirlo con letras grandes, pues la catarsis se puede mirar desde el catalejo de la ciencia, del arte, del psicolanálisis , las ciencias políticas y las ciencias de la fe.
Hoy día quiero desarrollar brevemente el proceso desde la mirada de la vida cotidiana de cualquier ser humano.

LA RISA COMO CATARSIS

Más allá de la comedia que nos hace reí, de manera general la risa es una verdadera catarsis por cuanto viene a ser una forma de expulsión o evacuación muy común y natural. Un ser humano ríe porque de una u otra manera siente que existe una amenza a su capacidad de controlar el ambiente y a las personas que están en él, y hasta su capacidad de controlar su ambiente y a las personas que están en él. y hasta su capacidad de controlar sus propios pensamientos y sus propios deseos.
En el diario vivir hemos entonces de favorecer este proceso natural que implica el movimiento de miles de músculos, que nos permiten esbozar una SONRISITA.
cada contacto con nuestra emocionalidad ha de permitirnos REIRNOS de nosotros mismos, de las grandezas y torpezas que cada día vamos escribiendo en el libro e historial de nuestra existencia humanoide.
RISITAS, CARCAJADAS, GRITOS EFUSIVOS, BURLITAS POSITIVAS, son remedio para la cantidad de depresivos que invaden nuestro entorno cotidiano.
¡CATARTICOS VAMOS A REIR HOY!
OSANGACAR-CHILE