Monday, May 22, 2006


Imágen y semejanza.

por Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande.

Mi tío Alejandro Brac vivía sobre la antigua ruta 11, entre Caraguatay y Malabrigo. Ese camino de tierra formaba como una picada en el monte, bordeando las vías del Ferrocarril Belgrano.
Siendo estudiante, en alguno de mis regresos al norte, aprovechaba para arrimarme hasta allá, casi siempre a caballo en compañía de mi hermano Arnoldo, que falleciera tiempo después en un accidente sobre esa misma ruta 11.
Llevo unida la imagen de este tío a uno de sus famosos cuentos. Tenía arte para contarlos, y mucha sabiduría encerrada en sus palabras. Con todo creo que este cuento ha rodado mucho dentro de mí mismo, y que el tiempo lo fue puliendo y golpeando como a los laques mapuches. Y en mi caso en un contexto guaraní, que por se el de mi infancia, siempre me ha dado astillas para mis quemazones.
Y ahí va lo sucedido. Una vuelta estaba el Niño Jesús a la costa del Paraná jugando. Como todos los niños se dedicaba a modelar figuras de animales y de pajaritos con sus manitas embarradas. Solo que él tenía el poder de darles además de la forma, la vida. Luego de trabajarlos bien, no los ponía a secar. Simplemente los colocaba en la palma de la mano y los soplaba. Es decir: los rozaba con su aliento como si les diera un beso. Y al sentirse alentados por el beso de Dios, los animalitos se estremecían de vida; y se largaban a volar, a correr, a saltar o a hacer aquello que la vida les regalaba por dentro.
Pero un día el Niño Dios quiso hacer algo realmente bonito. Iba a crear el mainumb: el picaflor. La verdad es que se esmeró al inventarlo. No quería hacerlo grande, pretendía hacerlo hermoso. Buscó entre los ivot iporá veva, las flores más lindas, los colores más brillantes y llamativos y se los colocó en la palma de la mano. En un claro del monte recogió algo del ñasaind, dejado por la luna. Del cohetí mañanero, la alborada, extrajo los colores suaves. Mezcló todo esto con un puñadito blando de retá pytá, tierra colorada del borde del Paraná. Lo amasó despacito con sus dedos divinos hasta hacer una pasta tierna y delicada. Y le dio la forma de un pajarito, en le que metió una chispa de aratirí: el relámpago.
Así lo tenía en al palma de su mano derecha, como si fuera el nido desde donde tendría que partir. Lo arrimó despacito a la boca y lo rozó apenas con sus labios para besarlo. Tocado por el soplo divino el pajarito se estremeció entero y abriendo las alas partió recto hacia arriba, para doblar en ángulo cerrado sobre sí mismo y ser una flor temblorosa frente a un racimo azul de jacarandá. Así nació el mainumb.
Pero resulta que Añá Mba'e Poch, el diablo, lo andaba espiando. Porque quería copiar lo que el Niño Dios hacía, para sacar también él algo parecido. Fue haciendo lo que le veía hacer. Y así, juntó también él un poco de los colores de las flores primorosas, le robó los tintes a la alborada, y los mezcló con claro de luna y temblor de refucilo. Buscó la greda colorada del Paraná y con sus dedos peludos y largos trató de darle forma a la pasta que había conseguido. No le salió tan prolijo, porque de apurado tenía un ojo en lo que miraba y otro en lo que hacía. Lo que siempre es feo. Cuando lo tuvo listo a su pajarito, resulta que éste no se movía. Y claro ¡que se iba a mover! Si no tenía vida adentro. Tenía que soplarlo. Pero el diablo tiene mal aliento. En cuanto Añá Mba'e Poch la arrimó a su hocico y lo quiso besar, el pobre bichito se aplastó contra la mano como para atajarse. El diablo lo tiró para arriba, a fin de que volara. Y resultó que en vez de largarse de flor en flor como el mainumb de Dios, el animalito cayó al suelo como un cascote y se desparramó todo. Así nació el cururú vaí, el escuerzo. A pesar de que tiene lindos colores, siempre anda aplastado y escondiéndose, porque lleva arriba el mal aliento del diablo.
Dios inventó el amor, con todo lo lindo que encontró, y le dio el beso de su bendición. El diablo quiso copiarlo, y lo que le salió fue el vicio, la pasión y el egoísmo. En muchas cosas se parecen, pero son muy distintos. Como el mainumb lo es del cururú vaí.


Guía de Trabajo
Cuento Imágen y semejanza, de Mamerto Menapace.Publicado en el libro Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande.
Lectura
Realizar la lectura del cuento en grupo. Es importante que todos los presentes tengan una copia del texto. Se pueden ir turnando dos o tres personas para leer el cuento en voz alta.
Rumiando el relato
Al terminar la lectura entre todo el grupo se reconstruye el relato en forma oral (se lo vuelve a contar).
¿De qué nos habla el relato?
¿Qué hace el niño Dios?
¿Qué hace el diablo?
¿Cómo son sus respectivas creaciones? ¿Por qué?
¿Qué enseñanza ofrece el autor al final del cuento?
Descubriendo el mensaje
El cuento nos ayuda a reflexionar sobre las cosas que nacen de Dios, del bien, y las que nacen del mal.
¿En qué se parecen el colibrí y el escuerzo del relato?
Repasa los pasos de creación de cada uno y compáralos. ¿Qué diferencias encuentras?
Al final del cuento el autor compara estas dos creaciones con las obras de Dios y del diablo. Dios promueve cosas buenas… el diablo cosas malas.
¿Cómo lo puedes aplicar a tu vida?

EL CUENTO DE ESTA NUEVA SEMANA
Imágen y semejanza
por Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande.

Mi tío Alejandro Brac vivía sobre la antigua ruta 11, entre Caraguatay y Malabrigo. Ese camino de tierra formaba como una picada en el monte, bordeando las vías del Ferrocarril Belgrano.
Siendo estudiante, en alguno de mis regresos al norte, aprovechaba para arrimarme hasta allá, casi siempre a caballo en compañía de mi hermano Arnoldo, que falleciera tiempo después en un accidente sobre esa misma ruta 11.
Llevo unida la imagen de este tío a uno de sus famosos cuentos. Tenía arte para contarlos, y mucha sabiduría encerrada en sus palabras. Con todo creo que este cuento ha rodado mucho dentro de mí mismo, y que el tiempo lo fue puliendo y golpeando como a los laques mapuches. Y en mi caso en un contexto guaraní, que por se el de mi infancia, siempre me ha dado astillas para mis quemazones.
Y ahí va lo sucedido. Una vuelta estaba el Niño Jesús a la costa del Paraná jugando. Como todos los niños se dedicaba a modelar figuras de animales y de pajaritos con sus manitas embarradas. Solo que él tenía el poder de darles además de la forma, la vida. Luego de trabajarlos bien, no los ponía a secar. Simplemente los colocaba en la palma de la mano y los soplaba. Es decir: los rozaba con su aliento como si les diera un beso. Y al sentirse alentados por el beso de Dios, los animalitos se estremecían de vida; y se largaban a volar, a correr, a saltar o a hacer aquello que la vida les regalaba por dentro.
Pero un día el Niño Dios quiso hacer algo realmente bonito. Iba a crear el mainumb: el picaflor. La verdad es que se esmeró al inventarlo. No quería hacerlo grande, pretendía hacerlo hermoso. Buscó entre los ivot iporá veva, las flores más lindas, los colores más brillantes y llamativos y se los colocó en la palma de la mano. En un claro del monte recogió algo del ñasaind, dejado por la luna. Del cohetí mañanero, la alborada, extrajo los colores suaves. Mezcló todo esto con un puñadito blando de retá pytá, tierra colorada del borde del Paraná. Lo amasó despacito con sus dedos divinos hasta hacer una pasta tierna y delicada. Y le dio la forma de un pajarito, en le que metió una chispa de aratirí: el relámpago.
Así lo tenía en al palma de su mano derecha, como si fuera el nido desde donde tendría que partir. Lo arrimó despacito a la boca y lo rozó apenas con sus labios para besarlo. Tocado por el soplo divino el pajarito se estremeció entero y abriendo las alas partió recto hacia arriba, para doblar en ángulo cerrado sobre sí mismo y ser una flor temblorosa frente a un racimo azul de jacarandá. Así nació el mainumb.
Pero resulta que Añá Mba'e Poch, el diablo, lo andaba espiando. Porque quería copiar lo que el Niño Dios hacía, para sacar también él algo parecido. Fue haciendo lo que le veía hacer. Y así, juntó también él un poco de los colores de las flores primorosas, le robó los tintes a la alborada, y los mezcló con claro de luna y temblor de refucilo. Buscó la greda colorada del Paraná y con sus dedos peludos y largos trató de darle forma a la pasta que había conseguido. No le salió tan prolijo, porque de apurado tenía un ojo en lo que miraba y otro en lo que hacía. Lo que siempre es feo. Cuando lo tuvo listo a su pajarito, resulta que éste no se movía. Y claro ¡que se iba a mover! Si no tenía vida adentro. Tenía que soplarlo. Pero el diablo tiene mal aliento. En cuanto Añá Mba'e Poch la arrimó a su hocico y lo quiso besar, el pobre bichito se aplastó contra la mano como para atajarse. El diablo lo tiró para arriba, a fin de que volara. Y resultó que en vez de largarse de flor en flor como el mainumb de Dios, el animalito cayó al suelo como un cascote y se desparramó todo. Así nació el cururú vaí, el escuerzo. A pesar de que tiene lindos colores, siempre anda aplastado y escondiéndose, porque lleva arriba el mal aliento del diablo.
Dios inventó el amor, con todo lo lindo que encontró, y le dio el beso de su bendición. El diablo quiso copiarlo, y lo que le salió fue el vicio, la pasión y el egoísmo. En muchas cosas se parecen, pero son muy distintos. Como el mainumb lo es del cururú vaí.


Guía de Trabajo Pastoral

Cuento Imágen y semejanza, de Mamerto Menapace.Publicado en el libro Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande.
Lectura
Realizar la lectura del cuento en grupo. Es importante que todos los presentes tengan una copia del texto. Se pueden ir turnando dos o tres personas para leer el cuento en voz alta.
Rumiando el relato
Al terminar la lectura entre todo el grupo se reconstruye el relato en forma oral (se lo vuelve a contar).
¿De qué nos habla el relato?
¿Qué hace el niño Dios?
¿Qué hace el diablo?
¿Cómo son sus respectivas creaciones? ¿Por qué?
¿Qué enseñanza ofrece el autor al final del cuento?
Descubriendo el mensaje
El cuento nos ayuda a reflexionar sobre las cosas que nacen de Dios, del bien, y las que nacen del mal.
¿En qué se parecen el colibrí y el escuerzo del relato?
Repasa los pasos de creación de cada uno y compáralos. ¿Qué diferencias encuentras?
Al final del cuento el autor compara estas dos creaciones con las obras de Dios y del diablo. Dios promueve cosas buenas… el diablo cosas malas.
¿Cómo lo puedes aplicar a tu vida?

Wednesday, May 17, 2006


EL CUENTO DE LA SEMANA
Hola Amigos de este Espacio de Creatividad y crecimiento Humano, Espero que el Cuento de Esta semana les sea de mucha Ayuda.
Además les invito a realizar los comentarios .
La mano derecha
por Mamerto Menapace, publicado en Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande.

Este es un cuento de bichos. Y trata de Aguará, el Zorro. Don Juan, como se lo llama en el campo. Personaje lleno de astucia, y por demás aficionado a los gallineros. Pero que no deja así nomás el cuero en la estaca. Aunque a veces el hambre lo lleva a cometer imprudencias, que suele pagar caro.
Se la tenían jurada en la estancia a Don Juan. Sabían que era inútil buscarlo entre las pajas bravas del cañadón, una vez que allí se ganaba. También hubiera sido de gusto buscarlo con perros de día. Los olía de lejos y cualquier cueva le servía de escondite para hacérseles humo. De ahí que decidieron ganarle por la astucia. Conocían su preferencia por las que llevan pluma, sobre todo cuando están gordas y alejadas de la defensa normal de los gallineros cercanos a la casa.
Y así fue que le armaron la trampa. En la tapera vieja. Le ataron una gallina viva y gorda a media altura, enredándola en un alambre, entre los gajos no muy altos de un naranjo viejo. Todo parecía haber sucedido de casualidad. La gallina podría haberse alejado de la casa habitada y la noche la sorprendería picoteando en el patio lleno de yuyos en la tapera vieja. Allí se habría subido al naranjo para dormir a seguro, y un alambre quizá de cuánto tiempo olvidado, la habría enganchado dejándosela a pedir de boca a Don Juan.
Al menos esa fue la conclusión a la que llegó el Aguará luego de estudiar desde la distancia y con cautela la situación con la que se encontró aquella nochecita. El hambre lo había sacado del pajonal, y antes de arriesgar una cercanía al gallinero había querido pasar por aquel lugar para averiguar el ruido del aleteo de lo que podría ser un ave. No se dejó convencer muy fácil. Pero al fin el hambre por un lado, y su instinto de cazador solitario por el otro, lo animaron a acercarse. Y lo que vio le confirmó sus esperanzas. La gallina estaba al alcance de sus saltos, y de ninguna manera había allí arriba nada que se pareciera a una trampa. Tenía suficiente experiencia como para conocer dónde había peligro. Y la gallina estaba realmente apetitosa.
- Dios ayuda al que madruga- ; se dijo, sin percatarse de que otro había madrugado antes que él. De esto se dio cuenta recién cuando al segundo salto, y casi teniendo ya el ave entre sus dientes, al caer a tierra sintió el ¡trac! De la trampa de hierro que estaba escondida entre los pastos del suelo.
Eso no se lo había esperado. ¡Maldita gula, que lo llevó a descuidarse! La trampa no estaba entre las ramas, sino donde había puesto la pata. O mejor la mano. Porque la pinza de hierro con dientes herrumbrados, había agarrado su mano derecha justo por arriba de la muñeca. La sangre comenzó a chorrear y el frío inicial se fue convirtiendo en un agudísimo dolor que le acalambraba todo el cuerpo. Fueron inútiles los esfuerzos. Los dientes penetraban cada vez más en la coyuntura, y la trampa estaba amarrada con alambre al tronco del árbol.
Bien pronto Don Juan el Aguará comprendió que todo estaba perdido. De allí no se soltaría, ni podría llevarse aquella maldita trampa a su cueva. Luego de una noche de dolores tremendos, llegaría la madrugada y con ella el peón recorriendo al trotecito de su caballo zaino. Abriría desde arriba la tranquera, se acercaría a la tapera, se dejaría caer del caballo con el talero en la mano, arrollada la lonja sobre el puño y libre el cabo para sacudirle el golpe que lo despenaría definitivamente. De todo esto no le cabía la menor duda. Aunque a veces el dolor y su instinto de conservación lo llevaban a realizar desesperados esfuerzos por arrancar su mano derecha de la dentadura de fierro que lo atenazaba.
Y llegó la madrugada. El golpe del cierre sobre el travesaño de la tranquera lo despertó del letargo. Allí estaba el peón acercándose al trotecito sobón de su zaino. Don Juan se dio cuenta de que había llegado el momento decisivo. Había que optar. Y optó.
Arrimó con rabia sus afilados dientes a los dientes de hierro de la trampa, afirmándolas justo allí sobre la herida que producían. Cerró los ojos, y a la vez que daba un tremendo tirón, mordió con todas sus fuerzas su propia mano, cortándosela a ras del hierro.
Allí quedaría su mano derecha, mientras él, en tres patas y casi sin fuerzas, huía hacia los pajonales salvando así su vida.
Consideró preferible salvar la vida rengo, que terminar con sus cuatro patas bajo el talero del peón.
Lectura

Realizar la lectura del cuento en grupo. Es importante que todos los presentes tengan una copia del texto. Se pueden ir turnando dos o tres personas para leer el cuento en voz alta.
Rumiando el relato
Al terminar la lectura entre todo el grupo se reconstruye el relato en forma oral (se lo vuelve a contar).
¿Quién es el protagonista del relato?
¿Qué trampa le tienden y por qué?
¿Por qué cae el zorro en la trampa?
¿Cuál sería la consecuencia de su imprudencia? ¿Qué decide hacer?
¿Qué enseñanza ofrece el autor al final del cuento?
Descubriendo el mensaje
El cuento nos ayuda a reflexionar sobre las cosas que nos "atan" en la vida y nos esclavizan haciéndonos perder la libertad.
¿Has vivido alguna experiencia semejante a la que relata el cuento?
Observa y releé las actitudes del zorro antes de caer en la trampa… ¿qué cosas nos pueden hacer caer en la vida?
¿Qué decisión toma el zorro cuando ve que perderá la vida? ¿Has tenido que tomar decisiones parecidas en tu vida? ¿Hay alguna situación que te atenaza como una trampa y te hace perder tu libertad?
¿Qué mensaje nos deja el cuento? ¿Qué tiene que ver todo esto con la experiencia del pecado?
¿Recuerdas alguna frase de Jesús relacionada con el mensaje del cuento?
¿Cómo lo puedes aplicar a tu vida?

Monday, May 15, 2006


UNA JORNADA DE FORMACIÓN DECANAL
EN EXPRESIONES SIMBÓLICAS.

Este Sábado 13 de Mayo 2006, los Jóvenes de la Pastoral Juvenil del Decanato de San Felipe, han iniciado unas sesiones de Talleres Formativos, en el ámbito de las Expresiones Simbólicas de la Fe, y de Juegos Interactivos y creativos. Fue una oportunidad para dejar fluir el Espíritu y los sueños juveniles con la mirada de Jesucristo.
"Jesús Escribía su Historia, por las manos de los jóvenes".
Se trataron temáticas en relación a las caracteristicas de las dinámicas simbólicas de la fe: La Danza Sagrada, Danza Salmica, Expresión Corporal, Teatro, Pantomima, Dibujo y Arte plastico, Animación por canto y Música.
Además de ello los jovenes y las jóvenes pudieron adquirir destrezas en dinámicas de juegos interactivos y pastorales. Ha sido una experiencia enriquecedora para todos.
Tal como lo manifeste a ellos incorparare cada semana material con referencia al tema de las expresiones simbólicas de la fe. Espero sus comentarios y apoyo con sus testimonios.
Además puedes visitar este sitio que fue diseñado pexclusivamente para este tema:

OSCAR ANTONIO GARCÍA CÁRDENAS


Friday, May 12, 2006


ESTE MATERIAL QUE PUBLICO, PERTENECE AL BLOG: scriptor.org
Y FRENTE A LA TEMÁTICA DEL EVANGELIO DE JUDAS, QUE YA HE TRATADO EN OTRO MENSAJE, CONSIDERO MUY PERTINENTE QUE LO LEAS.


Preguntas y respuestas sobre Jesús, los evangelios canónicos y apócrifos, María Magdalena, Judas, el gnosticismo, el Santo Grial, Constantino, etc.
Según se aprecia por el creciente flujo de entradas en este blog, parece que hay un especial interés acerca de lo aquí publicado.

1) sobre el llamado "evangelio de Judas" [ver El llamado evangelio de Judas: clásico apócrifo gnóstico, ahora con manuscrito genuino, y también El llamado evangelio de Judas (2)... ], y2) sobre el fenómeno Código da Vinci.Pienso que es de justicia con los lectores ofrecer algunas preguntas y respuestas, autorizadas, breves y claras, sobre algunas de las fascinantes y apasionantes cuestiones implicadas en ambos asuntos. Como queda dicho, lo que aquí se escribe tiene la premisa de una búsqeda: ...On fiction & non-fiction, looking for truth, both in matter and in mode...Por fortuna, encuentro que en el website del Opus Dei se publica un amplio cuestionario acerca de 53 temas, bajo el título Jesucristo y la Iglesia. Han sido escritas por un equipo de profesores de Historia y Teología de la Universidad de Navarra.Aquí se ofrecen links con algunas de esas cuestiones. Pienso que quizá se encuentran entre las más solicitadas por los lectores de este blog:-- ¿Qué sabemos realmente de Jesús? -- ¿Qué significa la virginidad de María?-- ¿Estuvo casado San José por segunda vez? -- ¿Estaba Jesús soltero, casado o viudo?-- Situación actual de la investigación histórica sobre Jesús-- ¿Qué credibilidad histórica tiene la Biblia?-- ¿Cómo se escribieron los evangelios?-- ¿Cómo se transmitieron los evangelios? -- ¿Se puede negar la existencia histórica de Jesús?-- ¿Qué son los evangelios canónicos y los apócrifos? ¿Cuáles y cuántos son?-- ¿Qué diferencias hay entre los evangelios canónicos y los apócrifos?-- ¿Qué dicen los evangelios apócrifos?-- ¿Qué son los gnósticos?-- ¿Quién fue María Magdalena?-- ¿Qué relación tuvo Jesús con María Magdalena?-- ¿Qué dice el “Evangelio de María [Magdalena]”? -- ¿Qué pasó en la Última Cena?-- ¿Por qué condenaron a muerte a Jesús?-- ¿Cómo fue la muerte de Jesús? -- ¿Cómo se explica la resurrección de Jesús?-- ¿Pudieron haber robado el cuerpo de Jesús? -- ¿En qué consiste sustancialmente el mensaje cristiano?-- ¿Jesús quiso realmente fundar una Iglesia?-- ¿Qué es el Santo Grial? ¿Qué relaciones tiene con el Santo Cáliz?-- ¿Quién fue Constantino?-- ¿Qué fue el Edicto de Milán? -- ¿Qué sucedió en el Concilio de Nicea?

UNA MUY BUENA BIBLIOGRAFIA PARA CONSULTAR

Wednesday, May 10, 2006


LA CAPACIDAD DE VER.
UN NUEVO CUENTO PARA TRABAJAR. DISFRUTENLO

Lo inmediato y la nochepor Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande

Este es un cuento viejo. Lo he escuchado mucha veces y de distintas manera. Pertenece a aquello que han rodao mucho y que vienen muy golpeados. Diría que no sólo lo he sentido contar en forma de cuento, sino que a veces en mi vida de cura lo he tenido que escuchar como historia. Claro que son muchas variantes, según los casos.
Erase una noche de invierno. Y en ella una pareja que habitaba un rancho frío, por el que se colaba el viento pampero haciendo parpadear el candil de sebo que lo alumbraba. Don Ciriaco y la Nemesia, su mujer, aparentemente ya no tenían nada que decirse. Hacía añares que vivían juntos, y los hijos emplumados habían dejado el rancho buscando otros horizontes donde anidar. La ancianidad se les iba acercando despacio como para que tuvieran todo el tiempo de sentirle los pasos cansados.
Se encontraban uno frente al otro, simplemente porque el braserito improvisado con una lata, estaba entre ellos. Sus miradas clavadas en los carbones incandescentes que de vez en cuando chisporroteaban, buscaban mirar realidades muy lejanas. El diálogo ya parecía inútil. Se había desdoblado en dos monólogos interiores en el que cada uno soliloquiaba con sus propios recuerdos.
-¡Velay con mi triste suerte! - se decía Ciricaco -. Haber renunciado a tantas cosas por atarme a la Nemesia. Yo era tropero libre. Sólo los caminos eran mi querencia. Anidaba al sereno, y entre el montado y el carguero repartía mi cuerpo y mis cosas en mi libre andar de pago en pago. Pero un día me embretaron los ojos de la Nemesia, y me dejé pialar de parado nomás. Me aquerenció en este trozo de tierra, y aquí levanté este ranchito lleno de sueños, que ahora de apoco va despajando el pampero, yo que podría haber llegado a tener tropilla de un pelo con madrina y cencerro. Yo, que habría podido conocer mundo, aquí estoy, estaqueado entre dos horcones por haber creído que la Nemesia me iba a hacer feliz. Quizá la pobre no pudo dar más. Pero lo mismo. Aquí estoy y es esta mi triste suerte.
También la Nemesia tenía sus recuerdos para rumiar. Ella había sido la flor del pago. Cuántas veces los troperos al pasar habían detenido adrede sus fletes delante del rancho, con cualquier excusa, por el simple deseo de recibir de sus manos el mate cordial y prometedor. Si recordaba patente aquella tarde en que él, mozo guapo, con montado y carguero de tiro, había pedido humildemente permiso para desensillar en cualquier parte, mientras con la mirada decía bien a las claras, cual era el patio donde quería hacer pie. Tantas cosas había ella soñado aquella noche. Sus ilusiones le habían prometido un futuro feliz, con horizontes infinitamente más amplios que los de aquel rancho que terminaba con la mirada entre los cardos y el pajonal. Lo vio libre, y se imaginó que sería el creador de la libertad. Lo vio fuerte, y lo soñó el distribuidor de la firmeza y la seguridad. No estaba segura de haberse equivocado. Pero sentía pena que no le había podido llenar sus sueños.
Y así estaban los dos, en sus soliloquios, deseando imposibles y desperdiciando oportunidades. Pidiendo a Dios en el secreto de sus corazones todo aquello que creían podría llenar sus anhelos y curar sus frustraciones.
Y Dios los estaba escuchando. Como escucha todo lo que pasa por dentro del corazón de cada uno de nosotros, aunque no nos animemos a sacarlo hecho súplica y palabra. Y Tata Dios en su bondad quiso hacerles dar un paso hacia delante. Eligió a uno de sus mejores chasquis. Mandó al ángel Gabriel que fuera de un volido a llevarles su propuesta.
¡Impresionante el refucilo! A pesar de lo serenito de aquella noche de pampero frío en que las estrellas brillaban como nunca, el rancho fue sacudido por el trueno, y un relámpago lo llenó de luz. La Nemesia se santiguó, como en un conjuro, mientras que Ciriaco levantó instintivamente el brazo izquierdo a la altura de la cara, como si en él tuviera enrollado el poncho.
-¡Nómbrese a Dios! ¡La paz con ustedes! ¡No tengan miedo! - dijo Gabriel con tono tranquilo, como para infundirles confianza.
No podían creer lo que sus ojos veían a pesar del encandilamiento. En su mismo rancho, una ángel del cielo había aparecido, y les hablaba. Si parecía un sueño. Pero no. Ahí estaba, todo resplandeciente, hecho un temblor de luz, trayéndoles un mensaje del mismo Tata Dios para ellos dos.
-¡Nómbrese a Dios! ¡La paz esté con ustedes! - volvió a repetir el arcángel San Gabriel -. Vengo de parte de Tata Dios para anunciarles que El ha escuchado lo que ustedes piensan ,desean y andan diciéndose en su corazón. Y ahora les manda el siguiente recado: tres deseos se les van a cumplir. Los primeros que ustedes pidan. Usted, doña Nemesia, tiene derecho a pedir individualmente un deseo. El primero que pida en voz alta se le va a cumplir en el acto. Lo mismo para usted, don Ciriaco. Lo primero que se le ocurra en voz alta será cumplido en el acto. Piénselo bien cada uno. Porque más luego, tendrán todavía la oportunidad de un tercer deseo. Pero para que éste se realice tendrán que ponerse de acuerdo los dos y pedirlo en forma conjunta. Ya saben: piénsenlo bien, y que Dios esté con ustedes.
Dichas estas palabras el ángel desapareció como había venido, en medio de un refucilo de luces y temblor de plumas.
Imagínense cómo habrán quedado los dos esposos con semejante sorpresa. No podía hacerse a la idea. Pero al final tomaron conciencia de que la cosa era cierta. La primera en reaccionar fue la Nemesia. Como fuera de sí por la emoción, se levantó de un salto y tomando el banquito donde estaba sentada lo dio vueltas dando la espalda a su esposo, mientras le decía:
- ¡Por favor Ciriaco, no me digas nada, no me hables! Dejame pensar a solar lo que tendré que pedir. - Y luego exclamó para sí: ¡Ay, mi diosito lindo! Quien lo hubiera imaginado! Podré al fin cumplir mis sueños. Esos que el Ciriaco nunca pudo darme -.
Y extasiada consigo misma comenzó a pasar a toda velocidad la película de sus sueños, sus deseo y sus ambiciones personales. Pensó en pedir de nuevo la juventud, la belleza, las oportunidades. Luego se imaginó que todo eso era poco. Pediría plata, salud, larga vida. Tampoco así quedaba satisfecha del todo. Debería pedir además amistades, un palacio, vestidos, cantidad de sirvientes, y la oportunidad de hacer fiestas todas las semanas.
Mientras la Nemesia continuaba su soliloquio fantasioso, el Ciriaco hacía más o menos lo mismo. Dando vueltas la cabeza de vaca que le servía de asiento, comenzó a golpearse despacito las botas con la lonja de su rebenque, mientras soltaba la tropilla de ambiciones por los campos de su imaginación. Ya se veía al trotecito del redomón haciendo punta a su tropilla de un pelo, con madrina zaina y cencerro cantor. La estancia que pensaba pedir no tendría límites, y la hacienda que la poblaría no necesitaría ser contada. Hasta donde diera la vista, campo y cielo, todo sería de don Ciriaco.
En estos y otros pensamientos estaban ambos, mientras la noche seguía su curso y el pampero enfriaba cada vez más el interior del rancho. Entumecida por la inmovilidad y la temperatura exterior, la Nemesia volvió a la realidad buscando con los ojos el brasero. Se dio vuelta y volvió a estirar sus manos sobre él para calentarse un poco. Y cayó en la trampa. Al ver aquellas brasas rojas y sobre ellas la parrillita, no va y se le cruza el maldito con una tentación haciéndole imaginar un chorizo chirriando sobre los carbones encendidos. Imaginarlo y desearlo es casi lo mismo. Lo peor fue que lo expresó en voz alta:
-¡Qué hermosas brasas! ¡Cómo me gustaría tener aquí sobre la parrillita un chorizo de dos cuartas de largo asándose!
¡Para qué lo habrá dicho! Aunque ni se le había pasado por la mente que este sería su pedido, de hecho lo fue. Decirlo y suceder fue lo mismo. Porque en ese preciso instante un hermoso chorizo aparecido milagrosamente goteando grasa en el centro del brasero, sobre la parrillita.
Nemesia pegó un grito. Pero ya era tarde. Su pedido estaba realizado. Se quedó atónita mirando el fuego y sintiendo el crepitar de las gotitas de grasa al caer sobre las brasas, mientras un humo apetitosos comenzaba a llenar el rancho. Ciriaco, que casi ni había escuchado a su mujer, volvía la realidad con su grito. Fue ver, y darse cuenta de lo sucedido. Y como era hombre de genio arrebatado y de palabra rápida, también él cayó en la trampa que parecía pensada por el mismo Mandinga. Se levantó de un salto y dirigiéndose a su mujer la apostrofó:
-¡Pero mujer! Tenías que ser siempre la misma. Mirá lo que has hecho. Venir a gastar la gran oportunidad de tu vida pidiendo solamente un miserable chorizo. Si sería como para sacarte zumbando ahora mismo del rancho. Tenías que ser vos, siempre la misma arrebatada, incapaz de pensar con la cabeza antes de meter la pata. ¡Cómo me gustaría que este chorizo se te pegar en la nariz y no te lo pudieras sacar!
¡Para qué lo habrá dicho! Porque el hombre no imaginó que al decir aquello estaba expresando en voz alta su primer deseo. De esto solo se percató cuando ante sus ojos asombrados vio cómo el chorizo pegaba un brinco desde el brasero para ir a colgarse de la punta de la nariz de Nemesia. Imagínense el grito de dolor y de rabia de la mujer al sentir que su nariz ardía por la quemadura, lo mismo que sus dedos al querer sacárselo.
La escena que siguió no es para describir, sino para imaginar. Porque ahora le tocó el turno a la Nemesia, que arremetió con todo lo peor de su abundante vocabulario para hacerle sentir al Ciriaco la enormidad de lo que acababa de realizar. Porque no sólo había malgastado también él su oportunidad, sino que lo había hecho provocándole semejante estropicio a ella.
Todo fue inútil para calmarla. El Ciriaco se arrodilló, suplicó, lloró, prometió, quiso hacer que la Nemesia se calmara para reflexionar. Pero nada. Y no ea para menos. Gritaba pidiendo que se llamara inmediatamente al ángel para que en forma conjunta le pidieran que se pudiera sacar de su nariz ese maldito chorizo que la estaba martirizando.
Ciriaco sintió que el mundo se le venía abajo. Acababan de desperdiciar ambos su oportunidad personal, y ahora veía con angustia que tendrían que malgastar también la tercera posibilidad de ser felices, simplemente tratando de arreglar el desastre que habían provocado. Pero no le quedaba otra alternativa que ceder. Y con pena cedió.
El ángel fue llamado. Apareció en el pobre rancho llenándolo nuevamente de luz. Escuchó con bondad la súplica compungida del hombre en favor de su mujer, y simplemente dijo:
-¡Hágase como ustedes han deseado!
En aquel mismo instante todo volvió a estar como al principio. Solamente que a la pobre Nemesia le quedó ardiendo la nariz, y por todo el rancho los cuzcos y perros grandes andaban husmeando en busca del chorizo desaparecido.
A veces se me ocurre pensar que el cuento podría haber terminado diferente, si lo hubiera podido inventar yo. Me lo imaginaría al Ciriaco tomándolo de las manas a la Nemesia, y mirándola profundamente a los ojos, le diría:
-Al fin tengo la oportunidad de cumplir tus sueños. Quisiera saber cuáles son tus esperanzas y anhelos, porque deseo gastar esta gran oportunidad de mi vida, en tu favor.
Emocionada la Nemesia le respondería más o menos de la misma manera. Gastaría su oportunidad pidiendo que se cumplieran los sueños de Ciricaco.
Y todavía les quedaría la tercera posibilidad conjunto. Sugiero que la piensen ustedes mismos. Porque este cuento tiene que completarlos cada uno según el momento del cuento en que esté.
Guía de Trabajo Pastoral por Marcelo A. Murúa
Cuento Lo inmediato y la noche, de Mamerto Menapace.Publicado en el libro La sal de la Tierra, Editorial Patria Grande.
LecturaRealizar la lectura del cuento en grupo. Es importante que todos los presentes tengan una copia del texto. Se pueden ir turnando dos o tres personas para leer el cuento en voz alta.
Rumiando el relatoAl terminar la lectura entre todo el grupo se reconstruye el relato en forma oral (se lo vuelve a contar).
¿De qué nos habla el autor en el cuento?
¿Por qué habla de la jaula de la luz?
¿Qué nos dice de la noche y las estrellas?
Elegir una frase del texto (releerlo rápido para ubicarla) que más le haya llegado/impactado a cada uno y compartirla en voz alta.
Descubriendo el mensajeEl cuento nos habla de la luz y de la noche. Estamos acostumbrados a adjudicar significados positivos a la luz, pero Mamerto nos sorprende descubriéndonos un aspecto menos considerado, el deslumbramiento, o exceso de luz que nos puede quitar la capacidad de ver, de hacer silencio, de buscar… La noche, figura de la oscuridad interior y de la apertura a lo nuevo, se presenta como espacio creativo y fecundo, momento de gestación de utopías, que engendra y nos recuerda nuestra capacidad de volar y trascender..
En tu vida, ¿qué cosas te causan este deslumbramiento de lo inmediato que dificulta percibir las cosas importantes o destierran de nosotros la capacidad de volar?
¿Hay estrellas en tu vida que orienten tus sueños, tus utopías, que amplíen el horizonte de lo cotidiano? ¿Eres fiel a esas utopías que el Señor va poniendo en tu camino?
La oscuridad nos da la oportunidad del silencio y nos capacita para la búsqueda, ¿cómo vives esto en tu vida? ¿Tienes momentos de silencio, te regalas espacios de búsqueda?
¿Qué aprendes del cuento para tu vida? ¿Cómo puedes aplicar el mensaje del cuento?
Compromiso para la vidaSintetizar en una frase el mensaje que has descubierto en el cuento para tu vida.
Compartirlo con los demás.
Para terminar: la oración en comúnLeer entre todos la oración y luego poner en común las intenciones de cada uno.

Terminar con una canción.

Silencio, noche y renuncia
Señor,enséñame a hacer silencio,a callar en el interior.Abre mis oídosa la escucha profunda…para conocer tu voz.
Señor,anímame a hacer noche,a cerrar los ojospara abrir el corazón.Descubreme tu miradaenséñame a buscar más allá.
Señor,muéstrame el camino de la renuncia,que callepara que tu hables,que no vea,para que tu me me hagas mirar(con tu mirada)que me despojepara comenzar a buscar de nuevo.
Libera en mí, Señor de la Vida,la fecundidad del silencio,de la noche y la renuncia,para aprender,para descubrir,para recuperar ideales y sueños,para vivir la utopía del Evangelio
- Que así sea, Señor -

Tuesday, May 09, 2006


LA EXPRESiÓN SIMBÓLICA DE LA FE
ES UN ARTE
QUE SURGE
DE LA EXPERIENCIA
DE LA FE
DE LOS CRISTIANOS SEGUIDORES DEL SEÑOR
JESÚS.
Te invitamos a ser parte de un proyecto que promete ser una luz nueva para la Iglesia Cristiana.
Pronto Mayores Detalles.


LA MÚSICA ACTUAL TIENE UNA MAGIA QUE TRANSFORMA EL ALMA, AQUI TE COMPARTO ALGO QUE COPIE DE INTERNET, Y ES UNA CANCIÓN MUY BELLA.
DE JAMES BLUNT.

James Blunt - You're Beautiful

My life is brilliant. My life is brilliant.My love is pure.I saw an angel.Of that I'm sure.She smiled at me on the subway.She was with another man.But I won't lose no sleep on that,'Cause I've got a plan.You're beautiful. You're beautiful.You're beautiful, it's true.I saw your face in a crowded place,And I don't know what to do,'Cause I'll never be with you.Yes, she caught my eye,As we walked on by.She could see from my face that I was,Flying high,And I don't think that I'll see her again,But we shared a moment that will last till the end.You're beautiful. You're beautiful.You're beautiful, it's true.I saw your face in a crowded place,And I don't know what to do, 'Cause I'll never be with you.You're beautiful. You're beautiful.You're beautiful, it's true.There must be an angel with a smile on her face,When she thought up that I should be with you.But it's time to face the truth,I will never be with you.





- Al Español -
ERES HERMOSA
Mi vida es brillanteMi vida es brillanteMi amor es puroHe visto un ángelDe eso estoy seguroElla me sonrió desde el metro Estaba con otro hombrePero no perderé el sueño con esoPor que tengo un plan.Eres hermosa, eres hermosaEres hermosa, es verdadVí tu cara en un lugar lleno de genteY ya no sé que hacer, Por que nunca estaré contigo.Sí, ella cautivó mi vista,Caminamos estando cerca,Ella pudo ver en mi caraQue estaba alucinandoY no creo que la vuelva a ver otra vezPero compartimos un momento que durará hasta el final.Eres hermosa, eres hermosaEres hermosa, es verdadVi tu cara en un lugar lleno de genteY ya no sé que hacer Por que nunca estaré contigo.Eres hermosa, eres hermosaEres hermosa, es verdad Tuvo que haber un ángel con la sonrisa en su caraCuando ella pensó que por encima de esto debía estar contigo.Pero es hora de enfrentar la verdad, nunca estaré contigo
¿CIERTO QUE ES HERMOSA?


ME HA PARECIDO MUY PERTINENTE COMPARTIR ESTE PEQUEÑO ARTÍCULO. OJALA LES PUEDA ORIENTAR.
El rostro crudo de la violenciaen contra de las mujeres

Ana Cáceres O.
Psicóloga, Instituto de la Mujer

Esconder el abuso y vivir como si nada sucediera; actuar socialmente de una manera y en lo íntimo de manera totalmente opuesta; el discurso de la libertad y la práctica de la opresión, son formas frecuentes de ocultar o no asumir la discriminación y la violencia con aquellas(os) que en el mapa de la cultura dominante son menos poderosos, poseen menos atributos, no son dueñas(os) ni de su propio ser.
La invisibilidad, las trivializaciones y la revictimización en relación al ejercicio del maltrato en los hogares, en el trabajo, en la sociedad, como forma "naturalizada" de mantener el control de las conductas de las mujeres, parecieran ser —entre otros— mecanismos de defensa institucionalizados que tienden velos sobre lo que podemos denominar las cotidianidades escindidas y/o las dobles fachadas en el ámbito privado-social. Pátina que cubre de historias negadas en las raíces de silencio, en el simbolismo del amor imbricado a la agresión de la otra, el abuso de siglos como el patrón normal.
Adiestrados los habitantes para cumplir con las expectativas asociadas a nuestros roles de hombre y de mujer, aprendemos también que la desigualdad —la discriminación— y la violencia contra la población femenina no existen. Nuestras psiquis, constituidas tanto por valores, actitudes, experiencias propias, aprendizajes vicarios, como por los permisos y las prohibiciones culturales internalizados, nos configuran en la posibilidad —virtual— de ser víctimas o victimarios, de acuerdo a nuestro género; y ello aunque en los mitos compartidos las mujeres sean ensalzadas como dignas del máximo respeto y en las constituciones políticas sean iguales. En la vida, ser víctimas es parte de nuestro pellejo.
Los circuitos de violencia al interior de los hogares —y en todos los estratos sociales— pueden comenzar a darse desde los "pololeos" y en los primeros años de casados. El drama se vive desde el miedo, la ignorancia de los derechos, la subordinación por el lado de ellas y desde ellos, el uso de la violencia y la jerarquía como funcionamiento habitual. Indicarían la existencia de violencia doméstica dos veces vivido el ciclo: primero, humillaciones, amenazas y descalificaciones, etc., que en el clímax de la tensión se transforman en maltrato físico. A esta explosión le sigue la tregua del "arrepentimiento" del que abusa, el "amor" acallando pánicos y moretones de la abusada.
Los efectos de lo anterior recaen en las mujeres, los niños (víctimas directas o testigos), y trascienden el ámbito familiar, ya que inciden en el país en su conjunto. Constituyen un freno invisible al desarrollo: mujeres rendidas y devaluadas, frente a sí mismas y a los demás, se marginan de participar en sus territorios y en otros escenarios.
Los datos son abismantes: en la violencia conyugal, en 76 por ciento de los casos las víctimas son mujeres; en 22 por ciento, las agresiones serían mutuas, sólo que ellas responden a agresiones de ellos; y sólo un 2 por ciento serían hombres maltratados. En términos globales, en 50 por ciento de las familias existiría violencia intrafamiliar. En Chile, dos botones de muestra: una de cuatro mujeres en San Joaquín vive maltrato, 300 mil chilenas sufren de acoso sexual. "Tantas hermanas, tantos horrores..."
No sería entonces un problema privado, sino un problema social; una conculcación a los derechos de las mujeres, que interpelan a la responsabilidad de todos en su mantenimiento o eliminación.
La inexistencia de políticas públicas en este plano se constituye en políticas "desde la ausencia" que mantienen el apartheid de género. En Chile no contamos con leyes que sancionen el delito de la violencia doméstica, ni el acoso sexual en el trabajo ni en las aulas. Los códigos civiles y penales escritos con visiones androcéntricas constriñen posibilidades, niegan derechos, no sancionan crímenes evidentes. Es coherente, entonces, que en los procedimientos judiciales habituales las mujeres sean rotuladas como culpables de un delito cometido contra ellas.
Los preconceptos sobre la problemática son utilizados —con mucha frecuencia— en los medios de comunicación, favoreciendo el statu quo de los cautiverios de las mujeres (violadas, traficadas, explotadas, mutiladas, pornografiadas, etc.).
Las ONG, el movimiento de mujeres, la Red Chilena en Contra de la Violencia Doméstica y la Violencia Sexual, han contribuido, desde los ochenta, a sensibilizar a la opinión pública frente a estas violencias. Han establecido programas de atención a las víctimas y capacitación a los agentes sociales involucrados en la detección y tratamiento de quienes sufren esta cruel e inhumana cotidianidad.
Las evidencias de los abusos están presentes de muchas maneras: mujeres con problemas emocionales y de rendimiento laboral, consumo de alcohol y medicamentos, aislamiento social, abortos provocados por golpizas, intentos de suicidios, hospitalizaciones por daños psicosomáticos severos, miles de denuncias en postas y comisarias. Hijos e hijas que en el presente muestran rendimientos escolares deficitarios, trastornos emocionales, conductuales, adicción, embarazo precoz e incluso delincuencia, y que en el futuro tenderán a repetir el modelo de maltratador o maltratada, perpetuando el círculo del abuso y del dolor.
El signo de la violencia en contra de las mujeres es el sello de cada día. La negación y la invisibilidad no hacen más que agravarla, entorpeciendo la posibilidad de sembrar para el cambio vital y político al que aspiramos, en el que conquistemos la ciudadanía plena y fértil en un nuevo mundo.

ESPERO SUS COMENTARIOS


Monday, May 08, 2006



AQUI DAMOS INICIO A OTRA SEMANA DE MAYO, COMO ES MI COMPROMISO, AQUI LES INVITO A LEER Y OCUPAR ESTE CUENTO PARA ESTA SEMANA. ELLOS SON DE AUTORÍA DE UN MONJE BENEDICTINO: MAMERTO MENAPACE, ARGENTINO.

ESTE CUENTO NOS PERMITE VER LA VIDA CON LOS OJOS Y LA MIRADA DE LA VERDAD
Los anteojos de Diospor Mamerto Menapace, publicado en Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande
El cuento trata de un difunto. Anima bendita camino del cielo donde esperaba encontrarse con Tata Dios para el juicio sin trampas y a verdad desnuda. Y no era para menos, porque en la conciencia a más de llevar muchas cosas negras, tenía muy pocas positivas que hacer valer. Buscaba ansiosamente aquellos recuerdos de buenas acciones que había hecho en sus largos años de usurero. Había encontrado en los bolsillos del alma unos pocos recibos "Que Dios se lo pague", medio arrugados y amarillentos por lo viejo. Fuera de eso, bien poca más. Pertenecía a los ladrones de levita y galera, de quienes comentó un poeta: "No dijo malas palabras, ni realizó cosas buenas".
Parece que en el cielo las primeras se perdonan y las segundas se exigen. Todo esto ahora lo veía clarito. Pero ya era tarde. La cercanía del juicio de Tata Dios lo tenía a muy mal traer.
Se acercó despacito a la entrada principal, y se extraño mucho al ver que allí no había que hacer cola. O bien no había demasiados clientes o quizá los trámites se realizaban sin complicaciones.
Quedó realmente desconcertado cuando se percató no sólo de que no se hacía cola sino que las puertas estaban abiertas de par en par, y además no había nadie para vigilarlas. Golpeó las manos y gritó el Ave María Purísima. Pero nadie le respondió. Miró hacia adentro, y quedó maravillado de la cantidad de cosas lindas que se distinguían. Pero no vio a ninguno. Ni ángel, ni santo, ni nada que se le pareciera. Se animó un poco más y la curiosidad lo llevó a cruzar el umbral de las puertas celestiales. Y nada. Se encontró perfectamente dentro del paraíso sin que nadie se lo impidiera.
-¡Caramba — se dijo — parece que aquí deber ser todos gente muy honrada! ¡Mirá que dejar todo abierto y sin guardia que vigile!
Poco a poco fue perdiendo el miedo, y fascinado por lo que veía se fue adentrando por los patios de la Gloria. Realmente una preciosura. Era para pasarse allí una eternidad mirando, porque a cada momento uno descubría realidades asombrosas y bellas.
De patio en patio, de jardín en jardín y de sala en sala se fue internando en las mansiones celestiales, hasta que desembocó en lo que tendría que ser la oficina de Tata Dios. Por supuesto, estaba abierta también ella de par en par. Titubeó un poquito antes de entrar. Pero en el cielo todo termina por inspirar confianza. Así que penetró en la sala ocupada en su centro por el escritorio de Tata Dios. Y sobre el escritorio estaban sus anteojos. Nuestro amigo no pudo resistir la tentación — santa tentación al fin — de echar una miradita hacia la tierra con los anteojos de Tata Dios. Y fue ponérselos y caer en éxtasis. ¡Que maravilla! Se veía todo clarito y patente. Con esos anteojos se lograba ver la realidad profunda de todo y de todos sin la menor dificultad. Pudo mirar profundo de las intenciones de los políticos, las auténticas razones de los economistas, las tentaciones de los hombres de Iglesia, los sufrimientos de las dos terceras partes de la humanidad. Todo estaba patente a los anteojos de dios, como afirma la Biblia.
Entonces se le ocurrió una idea. Trataría de ubicar a su socio de la financiera para observarlo desde esta situación privilegiada. No le resulto difícil conseguirlo. Pero lo agarró en un mal momento. En ese preciso instante su colega esta estafando a una pobre mujer viuda mediante un crédito bochornoso que terminaría de hundirla en la miseria por sécula seculorum. (En el cielo todavía se entiende latín). Y al ver con meridiana claridad la cochinada que su socio estaba por realizar, le subió al corazón un profundo deseo de justicia. Nunca le había pasado en la tierra. Pero, claro, ahora estaba en el cielo. Fue tan ardiente este deseo de hacer justicia, que sin pensar en otra cosa, buscó a tientas debajo de la mesa del banquito de Tata Dios, y revoleándolo por sobre su cabeza lo lanzó a la tierra con una tremenda puntería. Con semejante teleobjetivo el tiro fue certero. El banquito le pegó un formidable golpe a su socio, tumbándolo allí mismo.
En ese momento se sintió en el cielo una gran algarabía. Era Tata Dios que retornaba con sus angelitos, sus santas vírgenes, confesores y mártires, luego de un día de picnic realizado en los collados eternos. La alegría de todos se expresaba hasta por los poros del alma, haciendo una batahola celestial.
Nuestro amigo se sobresalto. Como era pura alma, el alma no se le fue a los pies, sino que se trató de esconder detrás del armario de las indulgencias. Pero ustedes comprenderás que la cosa no le sirvió de nada. Porque a los ojos de Dios todo está patente. Así que fue no más entrar y llamarlo a su presencia. Pero Dios no estaba irritado. Gozaba de muy buen humor, como siempre. Simplemente le preguntó qué estaba haciendo.
La pobre alma trató de explicar balbuceando que había entrado a la gloria, porque estando la puerta abierta nadie la había respondido y el quería pedir permiso, pero no sabía a quién.
-No, no — le dijo Tata Dios — no te pregunto eso. Todo está muy bien. Lo que te pregunto es lo que hiciste con mi banquito donde apoyo los pies.
Reconfortado por la misericordiosa manera de ser de Tata Dios, el pobre tipo fue animado y le contó que había entrado en su despacho, había visto el escritorio y encima los anteojos, y que no había resistido la tentación de colocárselos para echarle una miradita al mundo. Que le pedía perdón por el atrevimiento.
-No, no — volvió a decirle Tata Dios — Todo eso está muy bien. No hay nada que perdona. Mi deseo profundo es que todos los hombres fueran capaces de mirar el mundo como yo lo veo. En eso no hay pecado. Pero hiciste algo más. ¿Qué pasó con mi banquito donde apoyo los pies?
Ahora sí el ánima bendita se encontró animada del todo. Le contó a Tata Dios en forma apasionada que había estado observando a su socio justamente cuando cometía una tremenda injusticia y que le había subido al alma un gran deseo de justicia, y que sin pensar en nada había manoteado el banquito y se lo había arrojado por el lomo.
-¡Ah, no! — volvió a decirle Tata Dios. Ahí te equivocaste. No te diste cuenta de que si bien te había puesto mis anteojos, te faltaba tener mi corazón. Imaginate que si yo cada vez que veo una injusticia en la tierra me decidiera a tirarles un banquito, no alcanzarían los carpinteros de todo el universo para abastecerme de proyectiles. No m’hijo. No. Hay que tener mucho cuidado con ponerse mis anteojos, si no se está bien seguro de tener también mi corazón. Sólo tiene derecho a juzgar, el que tiene el poder de salvar.
-Volvete ahora a la tierra. Y en penitencia, durante cinco años rezá todo los días esta jaculatoria: "Jesús, manso y humilde de corazón dame un corazón semejante al tuyo".
Y el hombre se despertó todo transpirado, observando por la ventana entreabierta que el sol ya había salido y que afuera cantaban los pajaritos.
Hay historias que parecen sueños. Y sueños que podrían cambiar la historia.
Guía de Trabajo Pastoral por Marcelo A. Murúa
Cuento Los anteojos de Dios, de Mamerto Menapace.Publicado en el libro Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande.
LecturaRealizar la lectura del cuento en grupo. Es importante que todos los presentes tengan una copia del texto. Se pueden ir turnando dos o tres personas para leer el cuento en voz alta.
Rumiando el relatoAl terminar la lectura entre todo el grupo se reconstruye el relato en forma oral (se lo vuelve a contar).
¿Qué sucede en el relato?
¿Cómo había sido la vida del protagonista del cuento?
¿Qué le llama la atención al llegar al Cielo?
¿Qué encuentra en la oficina de Dios? ¿Para qué lo usa?
¿Cómo reacciona al contemplar el mundo con los "anteojos" de Dios?
¿Qué le dice Dios al encontrarlo?
Descubriendo el mensajeEl cuento nos habla de la capacidad de juzgar a los demás, tarea que sólo compete al Dios de la Vida.
¿Te ha sucedido alguna vez una situación semejante a la del protagonista?
Jesús nos advierte sobre "ver la pelusa en el ojo ajeno y no la viga en el propio". Relacionr estas palabras de Jesús con el cuento.
¿Qué mensaje nos deja el cuento sobre Dios y sobre nosotros mismos?
¿Cómo debemos actuar en consecuencia?
Compromiso para la vidaSintetizar en una frase el mensaje del cuento para nuestra vida.
Para terminar: la oración en comúnLeer entre todos la oración y luego poner en común las intenciones de cada uno.
Terminar con una canción.
ORACIÓN
Ver la vida con otros ojos
Padre Bueno,danos un corazónsemejante al tuyo,Capaz de acoger al otro,capaz de descubrir lo bueno del otro,capaz de perdonar…Danos un corazón compasivo,sincero, abierto, humildey lleno de misericordia.Para que aprendamosa tratar a los demáscomo Tú, Dios Bueno,nos tratas a todos.
- Que así sea -

Thursday, May 04, 2006


UN MONTAJE SOCIAL
En el año 2000, estuve muy vínculado al teatro social, aquí con mi compañía teatral de la academia de Bastian Bodenhofer y mónica Aguirre, son recuerdos que se llevan en el alma, los ensayos y las improvisaciones no dejan ser motivadoras para el presente de nuestras historias.
Fueron años Felices.
Para nunca Olvidar de nuestra Vida.

HNA GLENDA HERNÁNDEZ

CANTANTE CRISTIANA CATÓLICA.

CHILENA

NOS ESCRIBIO DESDE BARCELONA ESPAÑA

MUCHAS GRACIAS COMPATRIOTA

Osangacar-Chile


UNA CARTA DE LA HERMANA GLENDA HERNÁNDEZ, CANTANTE CRISTIANA CATÓLICA PARA LOS JÖVENES QUE TRABAJAN CON LA EXPRESIÓN SIMBÓLICA DE LA FE
EN CHILE
Mis queridos Hermanos y Amigos de "Expresion simbolica de la Fe":


Me da mucha alegria que testimonien su amor y su busqueda de Jesucristo por medio del arte, tanto en la danza como en el teatro. Desde siempre la Iglesia y la fe cristiana ha recurrido al lenguaje simbolico y artistico para hablar de Dios a los demas.

Ustedes son los nuevos teologos que necesita Cristo. Que desde el arte puedan dar razon de su Fe a tanta gente que necesita a Dios. Por eso deben prepararse, estudiar teologia, biblia, liturgia y tantas disciplinas que nutran su accion artistica con el deposito de la Fe.

Ustedes son los nuevos misticos de la Iglesia, que narran en su arte sus experiencias de Dios, su camino de amistad con el, para que muchos se animen a vivir y a experimentar a Dios!. Por eso deben ser expertos en la oracion, en escuchar a Dios, porque nadie da lo que no tiene!. Sigan estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama!.

Ustedes son los nuevos catequistas que ensenan los misterios de Dios, con su vida y con su arte. Por esos deben siempre dejarse ensenar por el maestro interior que es el Espiritu Santo. No dejen nunca de aprender, ni de ayudar a traves del arte a que muchos profundicen en el misterio de Cristo y de su Iglesia.

MIs queridos compatriotas de la patria de la tierra y de la del cielo. Sigamos los pasos del artista Divino, que no deja de recrearnos siempre para que alcancemos la medida del hombre pleno en Jesuscristo.

Desde España, con inmenso carino, vuestra Hna Glenda.

PENSAMIENTOS.

"Dios no pretende de mi que tenga éxito. Sólo me exige que le sea fiel." Madre Teresa de Calcuta
"Haz una lista de tus talentos y te sorprenderás de ti mismo". Anónimo
"Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor." Madre Teresa de Calcuta
"Un Santo triste es un triste Santo." Santa Teresa de Jesús
"No entones las alabanzas divinas solo con la voz, acompaña también la voz con las obras. Si cantas solo con la voz, por fuerza tendrás al fin que callar; canta con la vida para no callar jamás." San Agustín
"El fruto del silencio es la fe... El fruto de la fe es la oración... El fruto de la oración es el amor... El fruto tel amor es el servicio... El fruto del servicio es la paz... Madre Teresa de Calcuta
"Tu vida puede ser la unica Biblia que muchos lean." Anónimo
"Sé bien y lo saben cada una de mis hermanas, que lo que realizamos es menos que una gota en el océano. Pero si la gota le faltase, el océano carecería de algo." Madre Teresa de Calcuta
"La soberbia no es grandeza, sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano." San Agustín
"Cuando uno tiene un buen porque...siempre encuentra el como." Anónimo
"Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros." Madre Teresa de Calcuta
"La semilla no ve a la espiga." Anónimo
"Nadie, por sabio que sea, debe rechazar de plano la doctrina de otro, por pequeño que sea." Santo Tomás de Aquino.
"Al conocer lo que Dios nos ha dado, encontraremos muchísimas cosas por las que dar gracias continuamente". San Bernardo
"Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevar contigo nada de lo que has recibido, solamente lo que has dado: un corazón enriquecido por el servicio honesto, el amor, el sacrificio y el valor." San Francisco de Asís
"La peor enfermedad que acecha al mundo occidental no es la tuberculosis o la lepra; es el hecho de no ser deseado, es que nadie nos ame ni se preocupe por nosotros. El mundo no necesita cañones; solo hace falta amor y comprensión." Madre Teresa de Calcuta
"La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor." San Francisco de Asís
"Los hombres y las mujeres a veces descubren que es difícil encontrar a la pareja deseable para el matrimonio. Puede ser cierto. Pero hay otro componente en la situación: no es suficiente encontrar a la persona adecuada, nosotros debemos ser la persona adecuada." H Jackson Brown Jr.
"Se aprende a perdonar, perdonando; se aprende a amar, amando; se aprende a imitar a Jesús, siguiendo sus pasos"
"Obedecer a Dios es Libertad." Séneca
"Me busqué a mí mismo, y no me encontré. Busqué a Dios, y se me escondió. Busqué a mi prójimo y encontré a los tres."
"Jamás es vano, por pequeño que sea un acto de bondad." Esopo
"Siendo Dios el bien supremo, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuese tan omnipotente y bueno que del mal sacase bien." Santo Tomás de Aquino
"La buena conciencia sirve de buena almohada." John Ray
"No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma". Pitágoras
"Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces te darás cuenta que has perdonado." Anónimo
"La falta de fuerza de voluntad ha causado más fracasos que la falta de inteligencia o habilidad." Anónimo
"El amor produce en el hombre la perfecta alegría. En efecto, sólo disfruta de veras el que vive en caridad." Santo Tomás.
"En el momento de la muerte, no se nos juzgará por la cantidad de trabajo que hayamos hecho, sino por el peso de amor que hayamos puesto en nuestro trabajo. Este amor debe resultar del sacrificio de sí mismos y ha de sentirse hasta que haga daño." Madre Teresa de Calcuta.
ESTE ESPACIO ESTA DEDICADO A MI AMIGUITA SUSAN LUCERNA ARREDONDO MONTENEGRO Y SU MEDIA NARANJA LEO.
ESPERO COMENTARIOS OBLIGATORIOS...

LA AMISTAD CREA VERDADEROS AMIGOS (as)

Hace tiempo al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un muy buen amigo mío. Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue: -“¿como estas?” Y sin saber porqué le contesté: -"solísimo".
-¿Quieres que charlemos?. Le respondí que sí y me dijo: -¿quieres que vaya a tu casa? Y respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mi puerta.
Yo empecé y hablé por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él atento siempre, me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: -“Bueno, pues me retiro tengo que ir a trabajar.”
Yo me sorprendí y le dije: -“Pero porque no me habías dicho que tenias que ir a trabajar, mira la hora que es, no dormiste nada, te quite tu tiempo toda la noche”. El sonrió y me dijo: -no hay problema para eso estamos los amigos”. Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así.
Lo acompañé a la puerta de mi casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: -“oye amigo, y a todo esto, ¿porqué llamaste anoche tan tarde?”. El regresó y me dijo en voz baja… -“Es que te quería dar una noticia...” y le pregunté: -¿qué pasó?. Y me dijo... “Fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y solo me queda esperar...” yo me quedé mudo...él me sonrió y me dijo: -“Que tengas un buen día amigo...” se dio la vuelta y se fue...
Pasó un buen rato para cuando asimilé la situación y me pregunté una y otra vez, porque cuando él me preguntó ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mi. Cómo tuvo la fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?...esto es increíble..
Desde entonces mi vida ha cambiado, suelo ser mas crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora aprovecho mas el tiempo con la gente que quiero.. por ejemplo él... todavía vive y procuro disfrutar más el tiempo que convivimos y platicamos, sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, de su sabiduría, de su temple, de mi amigo...
"No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos". Cristo.
OSANGACAR - CHILE



LA HISTORIA SIMBÓLICA DE LOS GANSOS
Ser como gansos...
El próximo otoño, cuando veas los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan formando una "V". Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porque vuelan en esa forma.
Se ha comprobado que cuando el pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va de tras de él. Volando en "V" la bandada completa aumenta por lo menos un 71% más de su poder que si cada pájaro volara solo. Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad pueden llegar a donde deseen más fácil y rápidamente porque van apoyándose mutuamente.
Cada vez que un ganso se sale de la formación siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación para beneficiarse de poder del compañero que va adelante. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos difíciles. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante y mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.
Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere, y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos.
Comentario
Sin duda no deja de ser una historia llena de posibilidades pedagogicas para que la puedas hacer resonar en tus circulos de amistad.

ES IMPORTANTE PARA CADA DÍA PRESENTE ESTE MENSAJE.
Los "Extras"
El esfuerzo EXTRA es lo que separa al ser superior del mediocre; al profesional del aficionado; al héroe del general; al desprendido del caritativo; al ganador del competidor; al amigo del conocido; al sabio del culto; al invencible del perdedor.
En ese EXTRA que se saca de donde nadie sabe, cuando ya las fuerzas no alcanzan, cuando la noche acecha y la soledad quiere invadir el espíritu, es cuando los hombres se crecen. Ahi es donde se prueban las voluntades y donde el hombre se hace más hombre porque reconoce el poder divino de la esperanza y el valor inquebrantable de la fe. Pero hay tambien aquellos que en su diario y común vivir hacen de sus horas libres un continuo EXTRA.
EXTRA son los días cuando en un anonimato voluntario comparte su tiempo con unos ancianos o con unos enfermos; las horas que un maestro aporta en su tiempo libre para preparar mejor una clase; los momentos que un médico batalla en silencio para salvar a un paciente que no conoce.
EXTRA es salirse de las comunicacióón técnica y preguntarle al compañero por sus hijos y su familia.
EXTRA es el detalle de dar gracias, sonreír y saludar a aquel con el que te cruzas. EXTRA es decir una palabra agradable, es ceder el paso, es no solo acordarse del cumpleaños de alguien, sino hacerle saber que no lo olvidas.
EXTRA son muchos actos que distinguen al hombre educado del cortés, al generoso del egoísta,al social del huraño.
EXTRA es bendecir al universo con sus bondades, por habernos enviado la lluvia que calma la sed y nutre las plantas, por ser capaces de disfrutar de la belleza del mar y del sol, que son regalos de la naturaleza para nuestros ojos y espíritu.
EXTRA es alabar cada amanecer porque nos brinda un comienzo limpio y nuevo, diferente del de ayer.
EXTRA es terminar cada día dando gracias por el hoy a Dios, que nos permitió unas horas con nuestros compañeros de viaje, y que tal vez estuvo pleno de retos.
EXTRAS que nos sirvieron para saborear en toda su extensión las recompensas implícitas de nuestros actos EXTRAS.
ESPERO TUS COMENTARIOS Y TUS APORTES.

Wednesday, May 03, 2006


LOS CAMBIOS EN LA VIDA, SON SIGNOS DE CONVERSIÓN, Y LA CONVERSiÖN ES SEÑAL DE REESTRUCTURACIÓN.

Historia de un faro por Mamerto Menapace, publicado en La sal de la tierra, Editorial Patria Grande.

El velero había salido lleno de euforia y de esperanza del puerto de Buenos Aires buscando el Pacífico. Pero al llegar hasta allí no tenía más remedio que bordear la tierra en busca de la brecha que por el Cabo de Hornos le permitiera torcer hacia la derecha rumbo hacia el mar grande. Por eso puso confiado proa al sur, aunque su meta fuera el oeste.
Pero el cambio de rumbo no se hizo. Tal vez se navegaba con las velas demasiado desplegadas. Tal vez fuera de noche cuando se pasó frente a la brecha. A lo mejor sucedió durante una tormenta. No sé. Lo cierto fue que se continuó al sur, rumbo al frío, rumbo al polo.
El error se fue haciendo duda a medida que subía a la conciencia. Una vez plenamente instalado en la conciencia, la duda floreció en angustia.
El pobre velero se encontró rodeado por los témpanos, por el frío, las tormentas y un sol lejano que cada vez se alejaba menos del horizonte. Entonces fue cuando se tuvo conciencia de haber equivocado el rumbo. De estar marchando hacia la nada, hacia el vacío del frío y de la muerte. Se le preguntó a la brújula: pero la brújula había enloquecido. Porque en el polo las brújulas enloquecen y comienzan una danza que contagia a los marineros.
Ya no tenía sentido seguir. ¿Para qué? Si cada esfuerzo hacia adelante era un paso hacia la nada fría de la muerte. Algo que embretaba aún más entre los hielos, la oscuridad y las tormentas.
Se quiso preguntar a las estrellas. Pero las estrellas revoloteaban en círculo alrededor de un polo cósmico invisible lo mismo que los albatros alrededor del mástil del velero. En el polo, las estrellas no nacen ni mueren, simplemente giran equidistantes al horizonte. Allí, cerca del polo, poner proa una estrella hubiera sido simplemente girar sobre sí mismo.
Entonces ¿nada había ni en el barco ni en el cielo, que fuera capaz de devolver el rumbo? Porque el hecho de no saber dónde se estaba, quitaba todo sentido a lo que se tenía. Los grandes puntos de referencia eran todos ambiguos. Porque en el polo todo es ambiguo, hasta el mismo movimiento.
Y fue entonces cuando se recibió el mensaje.
Tres cortas… una larga… silencio. Tres cortas… una larga… silencio. Tres…
El brillo intermitente despertó la curiosidad de esos hombres hambrientos de señales. No. No podía ser una estrella; porque ese brillo estaba allí, sobre la misma línea horizontal que ellos. Participaba del movimiento de las mismas olas, rodeado por los mismos témpanos y el mismo desamparo del frío y las tormentas. Tenía que ser un signo de presencia humana. Era un faro.
Y el faro continuaba fiel al ritmo de sus intermitencias: tres cortas… una larga… silencio. Tres…
Y esos marineros aturdidos por el ruido y la tormenta que silbaba en el cordaje de sus mástiles hubieran preferido que en lugar de ese silencio, el faro les enviara una palabra con la que se identificara a sí mismo y los ubicara a ellos. Pero el faro en su soledad tenía sólo un medio para comunicarse y manifestar su identidad: la fidelidad al ritmo de sus intermitencias. Y continuó lanzando sobre la tormenta, las olas y los témpanos, su mensaje de luz con pañales de silencio.
¿Desembarcar en el faro? Era imposible. En esas latitudes los faros anidan en arrecifes. La palabra esperada estaba oculta en el silencio del velero mismo. Porque el velero contaba entre sus bienes con un libro de faros. Y fue allí donde los marineros fueron a identificar el mensaje de ese faro. Y fuer gracias a la fidelidad precisa y silenciosa a sus intermitencias por la que los marineros, mineros del silencio de ese libro, ubicaron la identidad del faro y con ello un punto de referencia para su propia posición. Entonces cada cosa antes incoherente, aportó su pequeño mensaje provisorio: la posición del sol en el horizonte, la hora del reloj, la danza de la brújula, y hasta las mismas estrellas.
Se supo que se estaba proa al polo. Y se viró en redondo. Y con ello los marineros supieron que el velero se había salvado. O mejor, que para ese velero comenzaba la oportunidad de salvarse.
Porque esa conversión profunda, aparentemente no había cambiado nada en la geografía concreta de su navegación. Seguían rodeados por los témpanos, el frío, las olas y los vientos. Su conversión no les había cambiado de geografía; simplemente los había colocado proa hacia una nueva dirección. Antes, seguir era avanzar hacia la muerte, hacia el frío del polo y de la nada. Ahora, navegar era avanzar hacia la luz, hacia la vida, hacia el encuentro con los demás hombres. Era regresar hacia su pueblo, dejando atrás la geografía del reino de las sombras. Pero allí los dos rumbos participaban aún del mismo medio externo. Y tal vez el esfuerzo para avanzar fuera ahora aún mayor que el anterior. porque había que hacer frente a todo eso que los había conducido hasta allí. Pero la diferencia estaba en que ahora los esfuerzos tenían sentido porque conducían a la vida. Porque entre los navegantes, lo que desanima no el tener que hacer esfuerzos, sino el que esos esfuerzos sean gestos vacíos de sentido.
Poco a poco fue quedando atrás toda esa geografía polar. Poco a poco las estrellas fueron inclinando sus órbitas buscando el horizonte, y la brújula fue estabilizándose. Y con ello se reentró en el mundo de las exigencias normales de la navegación a vela. Se siguió navegando con fidelidad a esa ruta, proa hacia esa meta donde muerte el sol.
Allá quedó el faro. Exigido por la fidelidad al ritmo de sus intermitencias, a su geografía polar y a su silencio. Porque el misterio personal del faro exige fidelidad a su arrecife, y un profundo respeto por la ruta personal de cada navegante.
Lo que no quita que a veces sufra de nostalgia al recordar a los veleros.
Ahora Puedes darte un tiempo para dejar digerir la sencillez de la historia y permitirte asociarla con momentos vividos en tu historia personal.
ESPERO TE SEA DE AYUDA.

Tuesday, May 02, 2006


EL CUENTO DE LA SEMANA
TEMÁTICA: La capacidad de Juzgar a los Demás es un tema que solo le compete a Dios.
Los anteojos de Diospor Mamerto Menapace, publicado en Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande.

El cuento trata de un difunto. Anima bendita camino del cielo donde esperaba encontrarse con Tata Dios para el juicio sin trampas y a verdad desnuda. Y no era para menos, porque en la conciencia a más de llevar muchas cosas negras, tenía muy pocas positivas que hacer valer. Buscaba ansiosamente aquellos recuerdos de buenas acciones que había hecho en sus largos años de usurero. Había encontrado en los bolsillos del alma unos pocos recibos "Que Dios se lo pague", medio arrugados y amarillentos por lo viejo. Fuera de eso, bien poca más. Pertenecía a los ladrones de levita y galera, de quienes comentó un poeta: "No dijo malas palabras, ni realizó cosas buenas".
Parece que en el cielo las primeras se perdonan y las segundas se exigen. Todo esto ahora lo veía clarito. Pero ya era tarde. La cercanía del juicio de Tata Dios lo tenía a muy mal traer.
Se acercó despacito a la entrada principal, y se extraño mucho al ver que allí no había que hacer cola. O bien no había demasiados clientes o quizá los trámites se realizaban sin complicaciones.
Quedó realmente desconcertado cuando se percató no sólo de que no se hacía cola sino que las puertas estaban abiertas de par en par, y además no había nadie para vigilarlas. Golpeó las manos y gritó el Ave María Purísima. Pero nadie le respondió. Miró hacia adentro, y quedó maravillado de la cantidad de cosas lindas que se distinguían. Pero no vio a ninguno. Ni ángel, ni santo, ni nada que se le pareciera. Se animó un poco más y la curiosidad lo llevó a cruzar el umbral de las puertas celestiales. Y nada. Se encontró perfectamente dentro del paraíso sin que nadie se lo impidiera.
-¡Caramba — se dijo — parece que aquí deber ser todos gente muy honrada! ¡Mirá que dejar todo abierto y sin guardia que vigile!
Poco a poco fue perdiendo el miedo, y fascinado por lo que veía se fue adentrando por los patios de la Gloria. Realmente una preciosura. Era para pasarse allí una eternidad mirando, porque a cada momento uno descubría realidades asombrosas y bellas.
De patio en patio, de jardín en jardín y de sala en sala se fue internando en las mansiones celestiales, hasta que desembocó en lo que tendría que ser la oficina de Tata Dios. Por supuesto, estaba abierta también ella de par en par. Titubeó un poquito antes de entrar. Pero en el cielo todo termina por inspirar confianza. Así que penetró en la sala ocupada en su centro por el escritorio de Tata Dios. Y sobre el escritorio estaban sus anteojos. Nuestro amigo no pudo resistir la tentación — santa tentación al fin — de echar una miradita hacia la tierra con los anteojos de Tata Dios. Y fue ponérselos y caer en éxtasis. ¡Que maravilla! Se veía todo clarito y patente. Con esos anteojos se lograba ver la realidad profunda de todo y de todos sin la menor dificultad. Pudo mirar profundo de las intenciones de los políticos, las auténticas razones de los economistas, las tentaciones de los hombres de Iglesia, los sufrimientos de las dos terceras partes de la humanidad. Todo estaba patente a los anteojos de dios, como afirma la Biblia.
Entonces se le ocurrió una idea. Trataría de ubicar a su socio de la financiera para observarlo desde esta situación privilegiada. No le resulto difícil conseguirlo. Pero lo agarró en un mal momento. En ese preciso instante su colega esta estafando a una pobre mujer viuda mediante un crédito bochornoso que terminaría de hundirla en la miseria por sécula seculorum. (En el cielo todavía se entiende latín). Y al ver con meridiana claridad la cochinada que su socio estaba por realizar, le subió al corazón un profundo deseo de justicia. Nunca le había pasado en la tierra. Pero, claro, ahora estaba en el cielo. Fue tan ardiente este deseo de hacer justicia, que sin pensar en otra cosa, buscó a tientas debajo de la mesa del banquito de Tata Dios, y revoleándolo por sobre su cabeza lo lanzó a la tierra con una tremenda puntería. Con semejante teleobjetivo el tiro fue certero. El banquito le pegó un formidable golpe a su socio, tumbándolo allí mismo.
En ese momento se sintió en el cielo una gran algarabía. Era Tata Dios que retornaba con sus angelitos, sus santas vírgenes, confesores y mártires, luego de un día de picnic realizado en los collados eternos. La alegría de todos se expresaba hasta por los poros del alma, haciendo una batahola celestial.
Nuestro amigo se sobresalto. Como era pura alma, el alma no se le fue a los pies, sino que se trató de esconder detrás del armario de las indulgencias. Pero ustedes comprenderás que la cosa no le sirvió de nada. Porque a los ojos de Dios todo está patente. Así que fue no más entrar y llamarlo a su presencia. Pero Dios no estaba irritado. Gozaba de muy buen humor, como siempre. Simplemente le preguntó qué estaba haciendo.
La pobre alma trató de explicar balbuceando que había entrado a la gloria, porque estando la puerta abierta nadie la había respondido y el quería pedir permiso, pero no sabía a quién.
-No, no — le dijo Tata Dios — no te pregunto eso. Todo está muy bien. Lo que te pregunto es lo que hiciste con mi banquito donde apoyo los pies.
Reconfortado por la misericordiosa manera de ser de Tata Dios, el pobre tipo fue animado y le contó que había entrado en su despacho, había visto el escritorio y encima los anteojos, y que no había resistido la tentación de colocárselos para echarle una miradita al mundo. Que le pedía perdón por el atrevimiento.
-No, no — volvió a decirle Tata Dios — Todo eso está muy bien. No hay nada que perdona. Mi deseo profundo es que todos los hombres fueran capaces de mirar el mundo como yo lo veo. En eso no hay pecado. Pero hiciste algo más. ¿Qué pasó con mi banquito donde apoyo los pies?
Ahora sí el ánima bendita se encontró animada del todo. Le contó a Tata Dios en forma apasionada que había estado observando a su socio justamente cuando cometía una tremenda injusticia y que le había subido al alma un gran deseo de justicia, y que sin pensar en nada había manoteado el banquito y se lo había arrojado por el lomo.
-¡Ah, no! — volvió a decirle Tata Dios. Ahí te equivocaste. No te diste cuenta de que si bien te había puesto mis anteojos, te faltaba tener mi corazón. Imaginate que si yo cada vez que veo una injusticia en la tierra me decidiera a tirarles un banquito, no alcanzarían los carpinteros de todo el universo para abastecerme de proyectiles. No m’hijo. No. Hay que tener mucho cuidado con ponerse mis anteojos, si no se está bien seguro de tener también mi corazón. Sólo tiene derecho a juzgar, el que tiene el poder de salvar.
-Volvete ahora a la tierra. Y en penitencia, durante cinco años rezá todo los días esta jaculatoria: "Jesús, manso y humilde de corazón dame un corazón semejante al tuyo".
Y el hombre se despertó todo transpirado, observando por la ventana entreabierta que el sol ya había salido y que afuera cantaban los pajaritos.
Hay historias que parecen sueños. Y sueños que podrían cambiar la historia.

Guía de Trabajo Pastoral por Marcelo A. Murúa

Cuento Los anteojos de Dios, de Mamerto Menapace.Publicado en el libro Cuentos Rodados, Editorial Patria Grande.
LecturaRealizar la lectura del cuento en grupo. Es importante que todos los presentes tengan una copia del texto. Se pueden ir turnando dos o tres personas para leer el cuento en voz alta.
Rumiando el relatoAl terminar la lectura entre todo el grupo se reconstruye el relato en forma oral (se lo vuelve a contar).
¿Qué sucede en el relato?
¿Cómo había sido la vida del protagonista del cuento?
¿Qué le llama la atención al llegar al Cielo?
¿Qué encuentra en la oficina de Dios? ¿Para qué lo usa?
¿Cómo reacciona al contemplar el mundo con los "anteojos" de Dios?
¿Qué le dice Dios al encontrarlo?
Descubriendo el mensajeEl cuento nos habla de la capacidad de juzgar a los demás, tarea que sólo compete al Dios de la Vida.
¿Te ha sucedido alguna vez una situación semejante a la del protagonista?
Jesús nos advierte sobre "ver la pelusa en el ojo ajeno y no la viga en el propio". Relacionr estas palabras de Jesús con el cuento.
¿Qué mensaje nos deja el cuento sobre Dios y sobre nosotros mismos?
¿Cómo debemos actuar en consecuencia?
Compromiso para la vidaSintetizar en una frase el mensaje del cuento para nuestra vida.
Para terminar: la oración en comúnLeer entre todos la oración y luego poner en común las intenciones de cada uno.
Terminar con una canción : "No Juzgues". Hna Glenda hernández en su Cd: "A solas con Dios"
Canciones y estribillos para Orar con la Biblia.